La economía india y sus ciudadanos quedaron impactados tras la reciente (8 de noviembre de 2016) decisión por parte del gobierno indio de devaluar el 86% de billetes en circulación en forma de INR 500 (7,5 dólares estadounidenses/6 libras esterlinas) y INR 1000 (15 dólares estadounidenses /12 libras esterlinas). El gobierno ha dado 50 días para depositar sus antiguos billetes en las cuentas de banco con cláusulas limitantes para retirar billetes nuevos o de menor denominación. Con tan solo cuatro semanas desde la decisión, el veredicto final sobre el impacto general de este movimiento aún está pendiente.
¿Qué pasa con el transporte?
Con el 90% de las transacciones de india siendo realizadas en efectivo y menos del 50% de la población teniendo una cuenta bancaria, el impacto visible en la economía general ha sido de una contracción breve y aguda en el consumo general. Varios sectores de la economía enfocados en el consumidor han reportado una caída del 15% al 60% en ventas en el mes de noviembre. ¿Pero qué hay del impacto de este movimiento en el transporte? El transporte, al ser una demanda derivada, naturalmente ha visto una caída correspondiente en los volúmenes. El gobierno ha implementado "parches" para evitar el movimiento de los bienes y que la gente quede paralizada. Por ejemplo, las plazas de peaje en carreteras nacionales se volvieron gratuitas y se indicó a las gasolineras que aceptaran billetes antiguos, las reservas de aerolíneas y trenes que se hicieron con billetes antiguos se aceptaron por un corto periodo.
Los fletes se llevan la peor parte
"Un camión de fletes que cruza el país desde Delhi a Chennai tiene que hacer 73 paradas oficiales y no oficiales en la ruta", dijo una compañía de logística líder en India. A continuación, se muestra una descripción de los posibles gastos con su contribución a los gastos totales del viaje.
Figura 1: Gastos que contribuyen al típico viaje en camión de carga.
Las actividades que se mencionan arriba garantizan el uso de efectivo durante el viaje, debido a la naturaleza de la transacción que involucran. Esto resulta en que casi todas las transacciones de la industria camionera se basen en efectivo. Todo el India Motor Transport Congress (AIMTC), que alega tener 9,3 millones de camioneros, 5 millones de buses y taxis turistas y operadores de taxi a su cargo, dijo que al menos 0,8 millones de chóferes y conductores se vieron severamente impactados a raíz de este cambio en los billetes de 500 y 1000 rupias indias. Ha habido informes de largas colas en las plazas de peaje y de camiones que han quedado varados en varios corredores.
Hay muchas razones válidas para estos impactos a corto plazo, por ejemplo, chóferes parados en las filas del banco para sacar efectivo para mantener a sus familias, dificultad para comprar comida o servicios de hospedaje en ruta ya que los restaurantes locales no aceptan la moneda obsoleta, y largas filas en plazas de peaje para pagar el impuesto (las autopistas públicas dejaron de cobrar peaje, pero las privadas siguieron cobrándolo con la nueva moneda).
Como se estimaba, el golpe más fuerte cayó en suministros esenciales como la leche, verduras, frutas y otros artículos perecibles, lo que resultó en grandes pérdidas para la industria en todo el país. Sin embargo, tres semanas después de la devaluación es aún muy pronto para medir el impacto en la industria camionera. El impacto verdadero se verá una vez que concesiones como que las gasolineras acepten la moneda antigua y que las autopistas nacionales sean gratis dejen de ser efectivas.
La evidencia sólida del impacto en los pasajeros del transporte aéreo y ferroviario todavía está por verse. Las comparaciones anuales serán sesgadas ya que el festival de Diwali cayó en noviembre del año pasado, lo que significa una gran avalancha de personas que regresan a sus ciudades natales.
¿Puede ayudar la tecnología?
Para desintoxicar al país de su adicción al efectivo, se está realizando una fuerte presión para aumentar las formas de pago digital. Las últimas cifras disponibles (agosto de 2016) de RBI (el banco central indio), sugieren que en un país de 1230 millones solo hay 26 millones de tarjetas de crédito, pero más de 700 millones de tarjetas de débito en circulación. Sin embargo, el uso de la mayoría de las tarjetas de débito sigue restringido al retiro de efectivo, con el valor por transacción en cajero automático por uso de estas tarjetas siendo cerca de 12 veces mayor que el uso para compras directas según los mismos datos.
Gracias a que el acceso a teléfonos móviles es más predominante que el acceso a cuentas bancarias, tanto el sector público como privado están presionando, con todo derecho, por mecanismos de pago basado en dispositivos móviles. Existe una gran variedad de billeteras electrónicas basadas en teléfonos inteligentes del tipo PayTM, Freecharge, PAyUMoney, etc. que han ganado popularidad recientemente, que están ganando considerables suscriptores como resultado directo de la desvalorización. El papel de una interfaz de pagos unificada (UPI, por sus siglas en inglés) en el RBI que permita la transferencia instantánea de fondos entre cuentas bancarias mediante un teléfono móvil se está viendo como un avance significativo hacia una economía sin efectivo.
Por lo que parece que el ingrediente básico, es decir la tecnología, para hacer que las transacciones de transporte sean sin efectivo ya existe en India por medio de diversas formas de pagos digitales (tarjetas, billeteras electrónicas, etc.). La rapidez con la que se adapten los usuarios a esta nueva realidad solo será más evidente en los próximos meses o años. Se tendrá que hacer esfuerzos por parte de los compradores y vendedores de servicios de transporte para que los pagos digitales sean el método de pago preferido. Los incentivos y regulaciones instalados por el gobierno y el RBI dentro de este espacio influenciará la velocidad con la que se adopta la tecnología disponible. Sin embargo, este movimiento ofrece una oportunidad para que las transacciones de transporte den un salto de ser en gran parte realizadas en efectivo a ser realizadas por teléfonos móviles en un periodo de tiempo relativamente corto.