Historia de dos planes, o Mind the Gap!

Londres ha visto un rápido cambio en los últimos 25 años, invirtiendo décadas de declive mediante una combinación de globalización y adopción de estrategias ambiciosas para ayudar a fomentar el crecimiento, aceptar la diversidad y nutrir el talento. La devolución de poderes a Londres mediante la creación de la alcaldía de Londres y la Asamblea de Londres ha sido un catalizador para transformar la ciudad. Los alcaldes de Londres han estado en el centro de este cambio, utilizando sus relativamente limitados poderes para demostrar qué se puede hacer.

Ya sea en la escena gastronómica de la ciudad, en el sistema educativo o en la red de transporte, es difícil rebatir que Londres ha mejorado mucho. Sin embargo, está convirtiéndose en víctima de su propio éxito y no todo el mundo se ha beneficiado de ello. Una ciudad que ha crecido de poco más de 6,5 millones de personas en los años 80 a casi 9 millones en la actualidad somete a una enorme presión a sus infraestructuras y servicios, con la disponibilidad y el coste de la vivienda siendo una preocupación específica. Sin unas políticas claras para lidiar con estos problemas, Londres podría ser fácilmente víctima de la vieja frase expresada mejor por el difunto Yogi Berra “¡Ya nadie va allí, está demasiado concurrido"¹,

Londres marca sus prioridades y estrategias futuras mediante una serie de documentos, sobre todo el Plan de Londres. El nuevo alcalde de Londres, Sadiq Khan, y su equipo están determinados a ver un cambio real convirtiéndola en una ciudad para todos los londinenses. Desde la perspectiva del transporte, es probable que la nueva consulta del Plan de Londres establezca una serie de nuevas estrategias ambiciosas que incluirían:

  • crear un Londres más sostenbile;
  • mejorar significativamente la calidad del aire;
  • integrar la inversión en el transporte con el potencial de viviendas y empleos;
  • enfatizar más una accesibilidad mejorada y mejores espacios públicos; y
  • una mejor coordinación entre la inversión nacional y de Londres, incluyendo planes de la HS2 y otros complementarios.

En el centro de este cambio está el deseo de convertir a Londres en una ciudad más saludable, resistente, justa y ecológica. El cambio de énfasis está motivado por la necesidad de ofrecer mejoras de forma más sinergética, lo que puede conllevar un mayor valor económico.

Derribar la compartimentación política significaría que la inversión en transporte (además de la renovación de los activos existentes) estaría impulsada en el futuro por su capacidad de facilitar una vivienda asequible, generar nuevos empleos y mejorar el entorno de Londres en lugar de lo contrario. La consulta pública acerca de mejorar la calidad del aire en Londres es un cambio radical en las políticas actuales, con la salud y seguridad del público habiéndose vuelto cruciales e impulsar nuevas conductas de viaje con menos énfasis en el transporte motorizado.

Este cambio de política observando las rutas y más áreas de oportunidad, podría ver una ciudad más equilibrada pero también, mediante estrategias innovadoras de financiación, generar más fuentes de ingresos que pudieran financiar la inversión inicial en primer lugar. Transporte de Londres (Transpor for London, TfL) y la Autoridad del Gran Londres (Greater London Authority, GLA) ya contemplan algunos de estos principios para fomentar la implantación del Crossrail 2 y la extensión de la línea de Bakerloo, así como la visión de Old Oak, pero parece que hay un apetito mayor por parte del alcalde de ser atrevido. Los corredores ofrecen la oportunidad de reunir terreno público, incluyendo terreno de TfL, la policía metropolitana y el NHS, en una estrategia más holística, para ofrecer niveles significativos de vivienda asequible y mejores espacios públicos, ayudando a crear un Londres mejor, no solo un Londres más grande.

Londres ha estado en la vanguardia de políticas destinadas a modelar las regiones urbanas de todo el mundo, incluyendo el cargo por congestión de Londres, la financiación del Crossrail 1 y las redes cíclicas. Integrar el transporte con otras políticas de planificación de infraestructuras es fundamental para permitir que Londres siga creciendo de una forma más equilibrada y asequible.

En Steer Davies Gleave vemos el Plan de Londres y la estrategia de transporte del alcalde como una oportunidad de ver el transporte como facilitador de cosas beneficiosas en lugar de como un fin en sí mismo. ¡Cubrir ese hueco debería ser emocionante!

¹ Cita del exjugador de béisbol americano Yogi Berra explicando por qué ya no comía en uno de sus restaurantes favoritos.

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